El Mindfulness, junto a otras herramientas, resulta indispensable utilizarlo porque supone una mejora de la capacidad atencional y de la concentración del niño.
Al entrenarles en Técnicas de Mindfulness dotamos a nuestros niños de herramientas de autocontrol y aumentamos su capacidad de concentración y atención.
Paralelamente, se les enseña a relajarse y comienzan a aprender lo que es la meditación, dentro de un mundo lleno de estrés y ansiedad.
El Mindfulness es una psicoterapia de tercera generación que puede entenderse como terapia de atención y conciencia plena, como presencia atenta y reflexiva a lo que sucede en el momento presente.
Consiste en que el niño se centre en el instante presente de un modo activo, procurando no interferir ni valorar lo que se siente o se percibe en cada momento.
Es un procedimiento terapéutico en el que se trabajan los aspectos emocionales y otros procesos de carácter no verbal, mediante la observación y aceptación, para vivirlos en su propia condición, sin ser evitados o sin intentar controlarlos.
El control sobre sucesos incontrolables, personas o situaciones, de procesamiento automático, requiere de la mera experimentación y exposición natural con la menor interferencia posible. Con el “Mindfulness” se aprende a: