Calma tensa en la selectividad de la pandemia

Alumnos durante las pruebas de selectividad. /Irene Marsilla

Las pruebas de acceso, marcadas por la seguridad sanitaria, arrancan con Historia de España y Valenciano

Joaquín Batista, Las Provincias, 7/07/2020

La selectividad de la pandemia, la más extraña de la historia, ha empezado a las 9:30 horas en 470 centros de Bachillerato valencianos. La calma tensa ha marcado la entrada a los centros, donde prácticamente no ha habido tiempo de exteriorizar nervios ante la premura por acceder, organizar la distribución de las aulas y dar las explicaciones pertinentes. Cerca de 24.000 estudiantes, contando la fase obligatoria y la voluntaria, estaban llamados a participar en unas pruebas que llegan un mes más tarde de lo habitual. Ha habido más tiempo para prepararse, pero también se ha prolongado la tensión. La gran diferencia, como en todos los órdenes de esta nueva normalidad, han sido las cautelas sanitarias. Mucho gel, mascarillas y distancia, aunque los nervios han provocado que no siempre se respete la separación de 1’5 metros.

En el IES Benlliure de Valencia se presentan unos 160 estudiantes, 140 de ellos de la fase obligatoria, que ha arrancado con las pruebas de Historia de España y Lengua y Literatura Valenciana. Los alumnos debían llegar con unos 45 minutos de antelación y en las aulas se les han trasladado todas las indicaciones. Han podido apuntarse o hacer una foto a su número de identificación para poder consultar las notas antes de guardar los móviles y se les ha pedido que las mochilas las tengan pegadas a la mesa, evitando cualquier contacto con otros aspirantes. También se les ha recordado que no podían compartir ningún material y antes de entrar, una vez verificado su DNI, debían desinfectarse las manos.

Se han habilitado 10 clases del instituto con una ratio máxima de 15 alumnos en las que lógicamente se mantenía la distancia de seguridad, que no siempre se ha respetado ni en el acceso ni durante la espera para entrar en el aula. Pero todos han acudido con su mascarilla, cuyo uso es obligatorio salvo a la hora de hacer los exámenes. Sólo deben colocársela si quieren dirigirse a alguno de los profesores vigilantes. Ventanas y puertas han permanecido abiertas para facilitar la ventilación.

Los exámenes han llegado a los centros con una hora de antelación a través de un sistema informático seguro diseñado por la Dirección General de Tecnologías de la Información de la Generalitat. Como ha explicado la directora general de Universidades, Pilar Ezpeleta, ya se había probado en ocasiones anteriores, por ejemplo en oposiciones, y se ha considerado que era la forma más segura y objetiva de distribuir las pruebas teniendo en cuenta que debían llegar a la vez a casi medio millar de sedes. Una vez impresas en los propios centros se han repartido por las aulas.

En cuanto a la elección de los centros de Bachillerato como sedes en detrimento de las universidades, el director del Benlliure, Josep Cuenca, ha defendido que el alumno «está más seguro y sabe el tiempo que va a tardar en llegar, algo que suele causar incertidumbre». Y en cuanto a su preparación, teniendo en cuenta que el último trimestre del curso se ha seguido desde casa, ha añadido que «aunque siempre están tremendamente nerviosos y las pruebas de acceso les meten mucha presión, la respuesta ha sido excelente». «Creo que sí llegan en condiciones», ha señalado.

El resto de exámenes que se harán durante la jornada, ya por la tarde, se corresponden con la fase voluntaria. Se trata de Economía, Biología, Física, Artes Escénicas e Historia del Arte.

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