Los niños solo podrán salir a la calle para ir a comprar con los padres

El Gobierno aprueba una relajación muy limitada del confinamiento domiciliario de los menores

La medida no establece ningún máximo de tiempo para los desplazamientos al súper o a la farmacia

Tres hermanos confinados, dentro de su casa, en Igualada.

Juan Ruiz Sierra, El Periódico, 21/04/2020

La tan ansiada vuelta de la infancia a la calle se hará, por el momento, de forma muy restrictiva. El Consejo de Ministros aprobó este martes las condiciones en las que los niños podrán salir de casa, después de que el presidente, Pedro Sánchez, hiciera la semana pasada un anuncio sin concreciones. Los menores de 14 años podrán dar un paseo a partir del 27 de abril, pero solo para acompañar a los padres a realizar la compra en un supermercado (donde hay posibilidades de contagio, al ser un sitio cerrado, repleto de personas y objetos), ir al banco, a la farmacia, al estanco o al quiosco. Nada más.

Hasta ahora, los niños podían dejar el confinamiento bajo estos mismas requisitos, pero solo cuando el progenitor o cuidador no tuviera más remedio que ir con ellos, al carecer de ayuda en su vivienda. La relajación de la medida, por lo tanto, es muy relativa, y no termina de casar con las palabras de Sánchez, que habló de dar “la oportunidad [a la infancia] de disfrutar un rato al aire libre“.

Los servicios médicos del SUMMA, en Madrid, atienden a una presunta paciente con COVID-19.

Pero el modelo elegido por el Gobierno (criticado por la oposición y distinto al de otros países europeos, donde sí se permite que los menores den un paseo sin otro fin más allá de su esparcimiento) no establece un máximo de minutos u horas para realizar estas actividades. “No hay ningún límite temporal“, señaló la portavoz, María Jesús Montero. Así que los desplazamientos podrán ser largos.

A partir de aquí, el Ejecutivo no fue capaz de especificar mucho más. Montero evitó aclarar si los menores deberán llevar mascarilla. Tampoco explicó si bicicletas y patinetes estarán permitidos, aunque dijo que “todo instrumento que pueda hacer perder el control de la movilidad del menor tendrá que ser limitado”. La portavoz se limitó a anunciar que en los “próximos días” se publicará una guía que resolverá “todas las dudas” y apeló al “sentido común” de padres y cuidadores.      

Más de ocho millones

Desde el pasado 14 de marzo, día en el que se decretó el estado de alarma frente al coronavirus, más de ocho millones de niños permanecen encerrados en sus casas. España ha sido, con diferencia, el país más estricto a la hora de aplicar medidas para la infancia. Básicamente, no había aplicado ninguna. Incluso en Italia, a la cabeza dentro de la UE en muertes por el covid-19, los menores pueden salir a la calle.

El Gobierno apenas se ha referido a los niños en todo este tiempo. El real decreto que reguló el estado de alarma ni siquiera los citaba en su primera versión, modificada tres días más tarde. Cuando le preguntaban los motivos de estas medidas tan severas con la infancia, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, solía dar largas, refiriéndose a los menores como “vectores de transmisión de la enfermedad”.

Pero la presión para relajar las restricciones ha ido aumentando durante las últimas semanas, hasta que Sánchez anunció que los menores podrían salir de casa. “Somos muy conscientes de la realidad que viven los niños”, dijo el jefe del Ejecutivo. “Se trata de un pequeño alivio“, añadió.

Petición de las comunidades

Varias autonomías llevaban tiempo reclamando una medida de este tipo. Entre otras, Aragón, la Comunidad Valenciana, Euskadi, Madrid y Catalunya, que el pasado sábado divulgó su propio plan para que los niños pudieran dar un paseo. Se trataba de una iniciativa muy perfilada, con tramos horarios asignados a las salidas de determinadas franjas de edad.

Pero fue una decisión más simbólica que otra cosa. Catalunya no tiene competencias para aplicar por sí misma una iniciativa de este tipo. Como en otras ocasiones desde que la pandemia llegó a España, la Generalitat buscó aquí el tanto político. Si el Ejecutivo central iba en la misma dirección, el Govern podría decir que se había adelantado, incluso que había marcado sus pasos. Y si no lo hacía, podría seguir criticándolo. Tras conocer la decisión del Gobierno, la Generalitat sugirió este martes que no aplicará su plan, informa Fidel Masreal.

 

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