Mascarilla: no basta con llevarla; hay errores que debes evitar si quieres que te proteja

Mayte Rius, La Vanguardia, 17/08/2020

https://www.lavanguardia.com/vivo/lifestyle/20200817/482688882195/errores-uso-mascarilla.html

Hace meses que la mascarilla se ha convertido en protagonista de nuestro día a día a causa de la pandemia del coronavirus, y más desde que la mayoría de comunidades autónomas han impuesto su obligatoriedad tanto en espacios abiertos como cerrados. De hecho, comienza a ser extraño –al menos en entornos urbanos– ver a personas que vayan sin ella. Ahora bien, que se lleve la mascarilla encima de forma mayoritaria no quiere decir que se esté utilizando bien. Médicos, farmacéuticos y otros especialistas del mundo sanitario alertan que, en ocasiones, seguimos sin utilizar el tapabocas de forma correcta.

Y es que, si en las primeras semanas de uso, cuando aún estábamos confinados, nos interesaba los tipos de mascarillas que existían, sus características, cuáles protegían más o dónde debíamos usarlas, a medida que se ha generalizado su uso han ido creciendo otro tipo de dudas. ¿Cómo respirar mejor con ellas cuando hace calor? ¿Cuánto tiempo se puede reutilizar la mascarilla de un solo uso? ¿Se estropean si sudas mucho¿Dónde la guardo al llegar a la playa, la piscina o el restaurante?

Un 'error' frecuente es seguir usando una mascarilla humedecida por el sudor
Un ‘error’ frecuente es seguir usando una mascarilla humedecida por el sudor (Mané Espinosa)

Cuando comenzamos a usar los tapabocas, especialistas como Carmen Sarabia, profesora de Enfermería de la Universidad de Cantabria y miembro de la Unidad de Investigación en Cuidados y Servicios de Salud (Investén-isciii), ya dieron respuesta a algunas dudas relativas al uso, higiene y cuidado de las mascarillas, la posibilidad de reutilizarlas o esterilizarlas, o cómo conservarlas.

Pero los sanitarios observan que hay muchos errores que siguen cometiéndose, y alertan que una mala utilización puede poner en riesgo la salud de todos, porque para que la mascarilla proteja no basta con usarla, hay que usarla bien. Y usarlas mal puede proporcionar una falsa sensación de seguridad y protección que eleve el riesgo de contagio.

Tiempo de uso

“Es un error pensar que por llevar mascarilla ya estamos protegidos; es fundamental conocer cuánto tiempo podemos utilizar cada mascarilla y cambiarla cuando toque para que sigamos protegiéndonos y protejamos a los de nuestro alrededor”, dice Reme Navarro, farmacéutica y cofundadora de Mifarma.

Asegura que, según las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, no es recomendable utilizar las mascarillas quirúrgicas, higiénicas y EPI (las FFP1, FFP2, y FFP3) más de cuatro horas. Sarabia apunta que si la mascarilla se usa a intervalos (por ejemplo cuando se sale a comprar) y está en buen estado puede “estirarse” hasta las 8 o 12 horas de uso, “pero si se humedece de sudor o saliva, debe desecharse de inmediato”. Y lo mismo ha de hacerse si la mascarilla se deteriora por otros motivos, como estar al sol.

La humedad: ¡ojo al sudor!

Ahora, con el calor, el sudor es un problema para alargar la vida útil de las mascarillas, porque la humedad originada por los fluidos corporales –sudor, mucosidad, saliva– puede hacer que proliferen microorganismos, además de alterar las propiedades del material filtrante de las mascarillas. Así que dos de los errores que debemos evitar si queremos que nos proteja son usar la misma mascarilla durante días o mantener puesta una bastante sudada.

Advertencias de la OMS sobre algunos usos incorrectos de la mascarilla
Advertencias de la OMS sobre algunos usos incorrectos de la mascarilla

El tamaño

Otro aspecto al que a menudo no se presta atención es el tamaño del tapabocas que usamos, e incide en su eficacia. “Debemos utilizar una mascarilla de nuestra talla; si no se ajusta correctamente, no tendrá la eficacia que debe; tiene que ajustarse bien a la nariz y que cubra la barbilla”, detalla Navarro. La talla cuenta especialmente en el caso de los niños, y debe elegirse en función de su edad pero, sobre todo, del tamaño de su cara. En el caso de los niños, enfatizan desde Mifarma, “es crucial que un adulto siempre supervise la colocación y retirada” de la mascarilla.

La manipulación

Porque, por simple que parezca, la mayoría de errores que arriesgan la protección y la eficacia de la mascarilla se comenten al ponerla y quitarla. Por ejemplo, tocando la mascarilla por la parte del tejido. O no lavándose las manos antes de colocarla o de retirarla. O dejando hueco por la nariz o por la barbilla para que entre el aire…

Basándose en las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Navarro aconseja seguir el siguiente procedimiento a la hora de colocar, retirar y manipular la mascarilla:

1. Lavarse las manos con agua y jabón o gel desinfectante antes de colocarse la mascarilla.

2. Tocar la mascarilla únicamente por las gomas o cintas que van a las orejas o a la cabeza.

3. Evitar tocar la mascarilla mientras se coloca y, en caso de hacerlo, asegurarse de haberse lavado las manos. Y una vez colocada, comprobar que cubre bien nariz y boca, evitando que queden espacios.

4. Si la mascarilla se humedece, cambiarla y no reutilizarla más.

5. Al retirarla, comenzar por detrás evitando tocar la parte delantera de la mascarilla, sujetándola por las cuerdas o gomas y siempre después de haberse lavado las manos.

6. La mascarilla desechada debe guardarse en una bolsa o recipiente cerrado y volver a lavarse bien las manos con agua y jabón o con una solución desinfectante.

Recomendaciones de la OMS sobre el uso de las mascarillas
Recomendaciones de la OMS sobre el uso de las mascarillas

En el bar, al llegar a la playa…

Todo este procedimiento resulta más sencillo de cumplir en casa. Pero, ¿qué pasa cuando llegamos a un establecimiento en el que hemos de quitarnos la mascarilla? Ese es otro de los momentos en que, según los sanitarios, se comenten muchos errores. Por ejemplo, bajarse la mascarilla y dejarla de babero o de “sujeta-barbilla”. O ponerla encima de la mesa del bar o restaurante. O airearla. O dejársela puesta y tirar de ella arriba y abajo cada vez que se bebe o come algo. Tampoco sirve colgársela del brazo. Ni metérsela en el bolso, la mochila o el bolsillo. Entonces, ¿qué hacer con ella?

La propuesta de Sarabia es llevar una bolsa orecipiente con cierre hermético donde “encerrar” la mascarilla cada vez que la retiramos. Puede servir, dice, desde una bolsa con cierre “zip” de las que se usan para congelar hasta un pequeño táper.

No debe ponerse en la mesa, en el bolso, en el cuello, en el brazo… Debe guardarse en un sobre de papel

Desde Mifarma, en cambio, aseguran que lo más recomendable es llevar siempre un sobre de papel donde meterla y, en caso de no tener sobre, una tela donde guardarla y que posteriormente tendrá que desinfectarse. “Es mejor evitar las bolsas de plástico porque retienen la humedad y pueden hacer proliferar otros organismos, mientras que un sobre de papel absorbe la humedad”, justifican.

El sobre de papel es también el lugar idóneo para guardar la mascarilla en casa si se ha usado muy poco y va a reutilizarse en otra ocasión. “Hay quien la tiende o la pone al sol para airearla, pero eso es otro error, porque los cambios de temperatura y la radiación solar dañan el tejido especial de que están hechas las mascarillas sanitarias.

La desinfección

Otra equivocación es tratar de desinfectarlas pulverizándolas con lejía o alcohol para poder reutilizarlas. Sarabia apunta que si la mascarilla es de las FFP2, FFP3 o N95 reutilizables (lo marcan los fabricantes con la letra R) se puede esterilizar con vapor agua a más de 120 grados. “Podemos poner agua a hervir y dejarlas colgadas encima para que les llegue el vapor durante 20 o 30 minutos”, detalla. También pueden esterilizarse con radiación ultravioleta u ozono, pero estos son métodos que utilizan los profesionales sanitarios y no habituales en el ámbito doméstico.

En el caso de las mascarillas de tela, que son la opción elegida por cada vez más personas, no basta con lavarlas con agua y jabón igual que nos lavamos las manos. “Hay que meterlas en lavadora –pueden ir con el resto de la ropa– con jabón y a alta temperatura (más de 60º) para que elimine posibles rastros”, explica Sarabia. Y esta higienización debe hacerse a menudo, al menos cada ocho horas de uso.

Las de tela deben lavarse a más de 60º y al menos cada ocho horas de uso

Leave a reply